Hemos preparado un cartel en homenaje a Up Against the Wall Motherfucker, la autodenominada “pandilla callejera con análisis” activa en la zona baja del este de Manhattan a finales de la década de 1960. Up Against the Wall Motherfucker ganó notoriedad participando en la ocupación de la Universidad de Columbia en 1968; fueron fundamentales para introducir la política anarquista en la contracultura hippie y la resistencia a la Guerra de Vietnam, enfatizando la importancia de los grupos de afinidad y la acción directa. El texto está tomado directamente de un panfleto de Up Against the Wall Motherfucker.

Nuestra utopía es un entorno que funciona tan bien que podemos correr salvajes en él.
Hasta que se cumplan nuestras demandas más fantásticas, la fantasía estará en guerra con la sociedad. La sociedad intenta suprimir la fantasía, pero la fantasía surge una y otra vez, infectando a la juventud, librando una guerra de guerrillas urbana, saboteando el buen funcionamiento de las burocracias, acechando al mecanógrafo de camino al enfriador de agua, secuestrando al ejecutivo entre la oficina y el hogar, infiltrándose en las habitaciones de familias respetables, escondiéndose en las cámaras de los altos cargos, apretando gradualmente su control, emergiendo finalmente a las calles, librando batallas campales y ganando (su victoria es inevitable).
Somos la vanguardia de la fantasía.
Donde vivimos es territorio liberado en el que la fantasía se mueve libremente a todas horas del día, desde el que lanza sus ataques contra el territorio ocupado.
Cada día trae nuevas áreas bajo nuestro control.
Cada día se informa de una nueva victoria.
Cada día la fantasía descubre nuevas formas de organización.
Cada día consolida aún más su control, tiene menos que temer, puede permitirse pasar más tiempo en el autodescubrimiento.
Incluso en medio de las batallas, planea las ciudades del futuro.
Estamos llenos de optimismo.
Somos el futuro.
Fantasía Armada
En una época de creciente represión y desesperación, es alentador revisitar el optimismo declarado de nuestros y nuestras antepasadas revolucionarias. Este optimismo no se refiere solo a si es posible ganar, sino a lo que constituiría la victoria y quién se beneficiaría.
La fantasía, el exceso imaginativo que escapa a los confines de la realidad prevaleciente, es común a todos los seres humanos. El individuo más reprimido y conservador podría reprimir despiadadamente su tendencia a soñar despierto, pero, sin embargo, todas las noches, cuando cierra los ojos para dormir, soñará incontrolablemente.
Ponerse del lado de la fantasía es ponerse del lado de la creatividad reprimida dentro de cada ser humano contra todo lo que es restrictivo de nuestras instituciones, todo lo que es asfixiante de nuestros rituales y rutinas. Significa luchar en nombre de todos contra todo lo que hacemos para limitarnos a nosotros mismos y a los demás.
La fantasía representa la sensibilidad a la posibilidad misma. Los anarquistas aspiran a crear condiciones en las que todas las criaturas puedan realizar su potencial en sus propios términos. Esto implica abolir los límites entre lo excluido y lo incluido, la subordinación de lo que se llama “salvaje” a lo que se llama “civilizado”, la subordinación de lo físico a lo mental y del cuerpo a la mente.
Si los fascistas han tomado la delantera en nuestra sociedad por ahora, es precisamente porque han tenido tanto éxito en subyugar la fantasía, canalizándola hacia su estrecha búsqueda del poder coercitivo en lugar de dejarla correr salvaje y libre. La fantasía puede servir a los opresores cuando está enjaulada y uncida al yugo de la maquinaria de la dominación, pero la fantasía, liberada, libera a todas las personas a la vez.
La Fuente
La versión original de este texto aparece en dos formas diferentes. La colección Black Mask & Up Against the Wall Motherfucker: the incomplete works of Ron Hahne, Ben Morea, and the Black Mask Group la presenta con dos marcos de una imagen de un primate, mientras que la página 46 de esta colección incluye tres marcos y una frase adicional:
Poner el pensamiento bajo tierra… para que lo salvaje pueda salir a la superficie.

La versión más completa lleva las letras “ESSO” en la parte inferior izquierda, con un círculo dibujado a mano a su alrededor, que significa East Side Service Organization. A veces conocida como East Side Survival Organization, esta fue la fachada comercial que UAW/MF estableció para recibir donaciones con las que apoyar a los y las hippies que se fugaban y a otros que vivían precariamente en las calles del bajo Manhattan a mediados de la década de 1960.

“Hasta que se cumplan nuestras demandas más fantásticas, la fantasía estará en guerra con la sociedad…”
Aquellas personas que quieran saber más sobre Up Against the Wall Motherfucker pueden leer Full Circle: A Life in Rebellion, una memoria del destacado participante Ben Morea, recién lanzada por Detritus Books esta primavera. Puede consultar la página de Instagram de Ben para ver algunas de sus obras de arte. Su blog ahora desaparecido está archivado aquí.
Lecturas adicionales
- Up against the Wall, Motherfucker—The Game? Revisitando una simulación de la ocupación de la Universidad de Columbia de 1968
- Up against the Wall Motherf**ker: A Memoir of the ’60s, with Notes for Next Time, Osha Neumann